Antes de conocer personalmente a Rui _lo cual tal vez fuera una ventaja en este caso_ teníamos que referirnos a él por lo que entreveíamos en su obra. Teníamos que ser medianamente objetivos, aunque un san sebastián suyo, que compramos hace tiempo, se haya convertido en parte de nuestra rutina diaria, en parte de nuestra familia.
Al carácter del trabajo de este artista, influido sin duda por el mundo clásico, del que extrae provechosas señales y quizá sensuales y heroicos anhelos, se añade cierto halo de ternura o de impúdica melancolía.
Lo que más nos gusta de él es su lectura de lo cotidiano a través del sueño imposible de sus personajes, vehículo fundamental de su discurso figurativo.
O un poco naïf o más realistas de lo que suponemos, son seres en busca de un argumento desconocido para nosotros pero hilado por ellos mismos con destreza.
Narices como trompas, miradas al infinito, minuciosamente confeccionados para tocar según qué sensibilidades, como la nuestra… Pero estas cosas llevan su tiempo.
Tenemos el placer de ofrecer a nuestros curiosos amigos y simpatizantes la obra de este artista de Oporto, de donde nos trae más de veinte trabajos entre los que figuran grabados, dibujos y pinturas para que disfrutemos de ellas en Madrid durante estas semanas. Venid y juzgad vosotros.
En espacioBRUT, del 8 de junio al 10 de julio de 2013
Braulio Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario