espacioBRUT se ha trasladado de local y de zona. Atrás quedan casi cuatro años desde nuestra iniciativa como pequeño local de venta de mobiliario los fines de semana del rastro… Seguimos siendo los mismos, con los mismos obstáculos quizá debidos a una situación a la que casi todos nos hemos sometido injustamente. Y seguimos siendo los mismos, con más ganas si cabe, de contar historias a través de nuestro diseño y de la creatividad de otros que con afán nos siguen respondiendo. Esta evolución nos ha llevado a la búsqueda de un rincón más adecuado a nuestras necesidades de mostrar las cosas que nos gustan y la obra de personas con talento. Quién sabe si esto sirve o no para algo, pero nos encanta y eso es lo que importa…
A la hora de celebrar cambios, y éstos son siempre a mejor si uno sabe mirar “palante”, hemos pensado en hacerlo con la exposición del mismo artista con quién iniciamos nuestra andadura hace casi tres años: Ignacio Chávarri.
La obra de Iñaki, que ahora presentamos, forma parte también de su evolución y de una obsesión, quizá no resuelta, por el devenir del tiempo que se escapa como agua entre los dedos…, por lo ef’mero del presente, que ya es pretérito…
El t’tulo “Bonsái” lo sugiere la obra del escritor chileno Alejandro Zambra que en su novela narra una serie de acontecimientos que, si no fuera porque los escribe, no tendr’an ninguna trascendencia; son cosas nimias, aparentemente poco importantes… Las piezas, de confeti, y aqui la afinidad con la novela, carecen de toda importancia cada una de ellas por separado hasta que decides prestarles un tiempo, una atención a cada una de ellas de manera individual.
Por otro lado, el arte del bonsái, símbolo de la eternidad para los monjes tao’stas, que se basa en la reduccción del tamaño de árboles y plantas, genera una relación directa con el proceso de producción de las piezas, aunque en la dirección contraria.
Las obras que se podrán contemplar son de una factura casi perfecta. Formalmente no buscaremos un significado ajeno al de sus anteriores discursos relacionados con el confeti, pero conceptualmente ahora existe un punto de inflexión, casi imperceptible, que le arrastra inevitablemente hacia la madurez. El presente se ha hecho sólido, se ha concentrado en formas que perduran. El brillo de las superficies sugiere permanencia, solidez, pero también juventud y frescura. La diversidad de colores sugiere diferentes estados de ánimo, diferentes puntos de vista guiados por este talentoso joven y por su mirada incisiva pero al mismo tiempo humilde.
Conocimos a Iñaki hace ya tres años y enseguida supimos que tenía talento, inteligencia y un innato impulso hacia la curiosidad que tanto nos interesa en los artistas y, en general, en las personas con quienes compartimos la belleza de esta experiencia y que nos acompañan en esta aventura.
La muestra está formada por diez piezas de madera lacadas en varios colores haciendo referencia, con otra escala, a las piezas de confeti.
Será la vigésima cuarta exposición que realicemos y que nos gustar’a compartir una vez más. Un paseo por esta zona de la ciudad siempre es agradable y nosotros estaremos encantados de recibirte.