©JUSTINE FOORD 2013
Qué tiene de extraño suponer que un paisaje, un fragmento de la vida cotidiana en un campo de cañas de azúcar, en Cuba, fotografiada con un teléfono, fuese el argumento para hacer una exposición al otro lado del océano. Quizá captar ese momento, en que el fuego devora los campos antes de la recolección de la caña, resulte raro en otras latitudes. Justine Foord estaba allí y lo que tiene de particular es haber atrapado con un iPhone el espíritu casi místico de la unión entre el fuego y el cielo, del horizonte, la carretera y la línea de los campos.
A partir de aquí el proceso es laborioso pero va perfilándose en la pantalla del ordenador mediante un cuidado proceso. Ahí es donde Justine lleva a su terreno el resultado final de la experiencia; una labor de años y el crecimiento de un sentimiento que subyace en cada una de las fotografías que presentamos; un sentimiento que le ha acompañado desde el mismo viaje a la isla donde la fuerza del trabajo de los hombres, el calor de las llamas y el inmenso cielo roto, quebrado por las nubes, pudo producir en ella una experiencia catártica y difícil de reproducir en nuestro mundo.
El retoque digital destapa, capa por capa, todas esas sensaciones y huellas que el trabajo, la rabia y el sufrimiento de una sociedad empobrecida colorean en cada píxel.
espacioBRUT exhibe CANDELA en doce fotografías panorámicas, impresas sobre papel Luster y una sobre gesso y aluminio. Espectacular, intensa.
Braulio Rodríguez
Conocí a Justine hace ya diez años, fue lo que llamaríamos amor a primera vista. Yo acababa de llegar a Londres, era mi primer día de trabajo con los fotógrafos Mert y Marcus. Justine llamó mi atención inmediatamente. Es una de esas personas carismáticas que uno encuentra en el camino de la vida, risueña y sensible; desprendía ese “je ne sais quoi” por el que siempre me he sentido atraído. Después de dos años, Justine decide comenzar su carrera en solitario, perdiéndole el rastro durante algo más de seis meses. Y la vida vuelve a juntarnos mientras caminamos por el Soho de Londres. Le escribía un mensaje de texto y sin haberlo terminado, allí mismo nos reencontrábamos. Desde aquel momento no nos hemos separado; durante los últimos 7 años hemos sido y somos amigos, compañeros de piso y de trabajo.
Necesitaría un libro para escribir sobre Justine: fue uno de los pilares más importantes al comienzo de mi carrera y su sensibilidad artística siempre será para mí una fuente de inspiración. Su visión de la vida, su pasión por la fotografía y el color, su entendimiento de lo humano, la convierten en una artista íntegra.
CANDELA es una obra conmovedora y, como gran conocedor personal de la artista, llena de trocitos de Justine, de fuego, de color, de pasión y de su profundo amor por Cuba. Una celebración de su visión que no cesa de alimentar la de otros.
Miguel Reveriego
Justine Foord vive y trabaja en la ciudad de Nueva York. Nació en el sur de Inglaterra y tiene una fuerte conexión emocional con Cuba, donde CANDELA vió la vida. La carrera de Justine con éxito comercial en la foto aerografía (retoque), estableció estrechas colaboraciones con los mejores fotógrafos de moda/belleza y celebridades del mundo, por nombrar algunos, Miguel Reveriego, Mert and Marcus, Patrick Demarchelier, Sølve Sundsbø, Bryan Adams, Steven Meisel, Mario Testino y Terry Richardson. El trabajo comercial de Justine es reconocido por su aguda sensibilidad a las variaciones infinitesimales de la transmutación del color. CANDELA es su primera exposición individual de la serie fotográfica original .
PRODUCCIÓN: FACTUM arte.
AGRADECIMIENTOS: Damían López, Rafa Rachewsky
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